En TANDM Surf, nos dedicamos a encontrar formas divertidas de ayudar a las personas a disfrutar del agua con amigos y familiares. Si bien somos más conocidos por nuestras tablas de surf y bodyboards tándem, también ofrecemos otros productos divertidos. Nuestro favorito actual: el sillín acuático TANDM Surf.
Los Wilson-Mudd son grandes defensores del sillín TANDM. Rena , Brandon y su hijo Gordon (7) residen en San Juan Capistrano, California, y suelen sacar sus sillines a la piscina de su patio trasero. De hecho, los usan tan a menudo que la familia construyó una vitrina para guardar y exhibir sus sillines de surf.
El proyecto de bricolaje implicó montar una paleta en la pared para que sirviera como soporte para su colección de sillas de surf. De esa manera, cuando quieren usar una silla de surf, es fácil acceder a ella y volver a guardarla una vez que terminan de usarla en el agua. 
“Los uso todo el tiempo para relajarme y nadar con Gordon, pero quizás no para nadar todo el camino”, dice Rena. “Puedo estar en el agua con Gordon, pero simplemente flotar y relajarme. A veces tiro otro al agua y pongo mi bebida preferida encima”.
Aunque Gordon es un buen nadador, disfruta de usar su silla de surf en la parte profunda de la piscina. Últimamente, Rena y Gordon han estado jugando a la pelota en el agua y sus sillas de surf han hecho que el juego sea aún más divertido.
Recientemente, Brandon ganó una escapada a Margaritaville en una subasta. La familia empacó sus sillas de surf y se dirigió a San Diego para pasar un fin de semana de diversión, chapoteando y jugando en la piscina y se alegraron de tener su juguete de piscina favorito con ellos.
A los Wilson-Mudd les encanta compartir sus sillas de surf con sus amigos. Su soporte casero los hace fácilmente accesibles y cuando tienen fiestas en la piscina, siempre se aseguran de que estén listos para que los usen sus invitados.
“Son divertidas para los niños y los adultos”, dice Rena. “Puedes estar en el agua y socializar: los niños juegan en ellas y los adultos pasan el rato en ellas”.
Los sábados, los Wilson-Mudd salen a montar a caballo. Después de una divertida mañana, pasan de una montura a otra cuando saltan a la piscina para refrescarse en sus monturas de surf. 
Las posibilidades de la silla de surf son infinitas. Rena planea incorporar la suya a su rutina de ejercicios y tal vez incluso intentar flotar en el océano. Pero por ahora, está feliz por los recuerdos divertidos que está creando con su familia sobre su silla de surf.
